Día 10 – Palolem beach
Solo la nada. La brisa. El sonido de las olas, un idioma que no entiendo y el graznido de los cuervos; alguna música y ecos de una paz que cada uno gestiona a su manera.Me relajo, me expando y cuando creo, ocurre: conecto.
Llega a mis manos un folleto de un concierto esta noche. Me gustaría ir. Quiero ir. Voy a ir. Al decidirlo recibo aviso de que 2 chicas que conocí en Panjim acaban de llegar (cada una por su cuenta) a Palolem.
Me veo a mediodía intentando conectar a una italiana, una boliviana y un canadiense conmigo, con un plan e el que creo.
Giuditta, con la que más relación tengo, llega a Palolem y la acompaño a buscar alojamiento. Nos ponemos al día, se ubica y nos damos un baño al anochecer, mientras la luna asoma entre las palmeras todavía baja, roja y enorme. Desde el agua la veo, me emociono y lo comparto:
– Giuditta! Mira la luna!!!
– Oh!! Es la primera vez que siento que estoy de vacaciones! – dice cuando lleva más de dos semanas viajando por el norte de India.
No se lo digo, pero yo siento lo mismo. Conecto con ese estado que venía buscando y al parecer, ella también. Ahí me doy cuenta de que podremos ser dos buenas compañeras solitarias por un par de días.
Cenamos entre cervezas y piñas coladas en un restaurante en la arena. Escuchamos temazos en acústico y vemos fuegos artificiales. La marea, salvaje, nos moja los pies al subir sin control, influenciada por esa luna gigante que atrae hacia ella el mar y algunas almas, una de ellas, la mía.
De repente ese momento no es solo ese momento. Ahí estamos una italiana, un sudafricano y una española, 3 extraños que comparten soledad y disfrutan juntos de sus propios silencios, la música y el sonido del mar, en un rincón perdido de este enorme universo.
Me voy a dormir feliz al ver que sigue intacta mi intuición de interpretar señales y ser sensible de localizar eses pedacitos de pan que me van llevando por mi camino.
Así, con esta feliz melancolía, paso el ecuador de mi viaje. Justo en el centro: este precioso punto de inflexión que inicia una cuenta atrás hacia una realidad que me está esperando, observando en este momento una misma luna llena, en la otra punta del planeta.
Suena entre aullidos de perros-lobo: http://youtu.be/jGqrvn3q1oo
SARA HORTA. Palolem, 25-11-2015
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